domingo, 27 de abril de 2008

GUERRA DE ARAUCO



La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a los hispano-criollos del reino de Chile perteneciente al Imperio Español, contra el pueblo mapuche, y algunos aliados tales como los huilliches, picunches y cuncos.

La zona del conflicto comprendía entre el Río Biobío y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual VIII Región del Biobío, y la IX Región de la Araucanía.

Este conflicto duró un lapso de casi tres siglos (1536 - independencia de Chile), pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal, alrededor de la mitad de ese periodo. Posteriormente traería como consecuencia el conflicto Chileno-mapuche conocido como "Pacificación de la Araucanía".

GLORIAS AL PUEBLO MAPUCHE

El pueblo mapuche se identificaba fuertemente con la naturaleza. Por lo mismo, desde que el niño era pequeño, padre y madre lo llevaban a diferentes lugares. La madre era la encargada de la alimentación, vestimenta y limpieza de sus hijos, así como también de preservar la cultura.

El padre enseñaba a sus hijos las diferentes tareas relacionadas con el campo, como acompañarlo a buscar las ovejas, sacar el cuero de los animales, cortar leña, hacer pan o buscar agua.

Admitían la poligamía, por lo que era habitual que los hombres tuvieran cuatro o cinco mujeres. A mayor cantidad de mujeres, mayor cantidad de bienes, pues ellas tejían mantas, cultivaban y cuidaban a los animales.

UN PUEBLO PROFUNDAMENTE RELIGIOSO


La base de los ritos mapuches era la rogativa o petición. La ceremonia del nguillatún tenía por objeto pedir al Pillán y al totem que beneficiaran al pueblo con lluvias, cosechas abundantes, el aumento del ganado y otros favores.

La ceremonia del machitún se efectuaba para sanar a algún mapuche enfermo. Para ello intervenía un curandero llamado machi, al que se le atribuía poderes sobrenaturales que le permitían comunicarse con los espíritus. En el rito, el machi colocaba hojas de canelo -considerado como el árbol sagrado mapuche- y las encendía mientras realizaba cantos y danzas alrededor del paciente al son del kultrún, un tambor utilizado para invocar la ayuda de los pillanes bienhechores. Así, cuando la ruca se llenaba de humo, el machi, usando sus conocimientos de hipnotismo, creaba un fenómeno de alucinación colectiva, y fingía clavar un cuchillo en el enfermo. Después "urgaba" en el interior del mismo y les mostraba a los parientes la causa del mal, representada en lagartijas o insectos.

Finalmente, recetaba hierbas medicinales, como boldo, bailahuén, maitén, quillay y arrayán, entre otras.

Un elemento importante en el machitún era el rehue, un poste tallado donde el machi imploraba la ayuda de los espíritus.

SU LENGUA EL MAPUDUNGUN


Es uno de los pueblos originarios más numerosos que sobreviven en la actualidad. Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, el Mapudungun, y en gran parte su cultura. Se destacan los vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una verdadera nación.

Antes del proceso de expansión Inca, los Mapuche, habrían habitado toda la zona del valle central, replegándose parcialmente hacia el sur presionados por el avance de los atacameños desde el norte.

Es el pueblo indígena que por sobre todos los de América resistió la dominación hispánica. El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de tierra, Mapu, colectiva o tribal; la autonomía de los clanes y la unidad tribal y social en torno a la defensa de su territorio y su cultura.

LA FAMILIA BASE DE SU DESARROLLO


El linaje implicaba la posesión de un territorio propio, el que era delimitado claramente y resguardado de la intromisión de cualquier mapuche vecino. En él se ubicaban las familias extendidas, formadas por el padre, la o las madres, los hijos varones casados, sus esposas y vástagos. Una familia de este tipo podía ocupar de siete a ocho rucas. Los linajes emparentados entre sí formaban una agrupación mayor, que era dirigida por el cacique o curaca, quien presidía las ceremonias religiosas y actuaba como juez cuando ocurrían desacuerdos entre miembros del linaje.

En situaciones de conflicto como, por ejemplo, una guerra, se designaba otro jefe para que los dirigiera, denominado toqui, el que perdía autoridad cuando finalizaba la disputa. Su insignia de mando era la clava, una especie de palo con empuñadura cuyo extremo opuesto representaba la cabeza de un pájaro.

Respecto de los territorios ocupados, los mapuches generalmente elegían para vivir las orillas de los ríos. Sin embargo, luego de la penetración española subdividieron sus territorios en distritos, repartidos en la costa, el valle central y la precordillera, a los que llamaron vutalmapu. A su vez varios vutalmapu conformaban los aillarehue o uniones de tribus.

Los grupos familiares vivían dispersos y separados por considerables distancias que les impedían constituir aldeas o pueblos.

PUEBLO MAPUCHE


Los mapuches se organizaban en una estructura denominada sociedad segmentada, que indicaba un conjunto de grupos congregados por el parentesco y el territorio, los que a pesar de compartir costumbres comunes no poseían una unidad política.

El núcleo de esta estructura social llamada tribu era el linaje, integrado por familias que descendían de un antepasado común denominado Pillán. El jefe civil de este linaje era el lonko, un hombre anciano que dirigía el grupo familiar. Sin embargo, el lonko no tenía poder para mandar ni hacerse obedecer; su labor consistía únicamente en aconsejar y solucionar los problemas que surgieran entre los parientes